jueves, 19 de marzo de 2020

Un enemigo

Pienso en lo mucho que me molesta que me hablen con actitudes de condescendencia, se me viene a la mente el infame imbécil hijo de ramera David. ¡No seas estúpido!

¿Qué ha sucedido cuando tu enemigo ha derribado tus racionalizaciones, humillándote en público? ¿A qué ha dado lugar el dolor psíquico que eso te ha provocado? ¿Abuso de sustancias, has empuñado tal vez un arma blanca o un arma de fuego para atacar a alguien o para atacarte a ti mismo? ¿Dónde estás, en una prisión o en una institución psiquiátrica? Lo que has hecho en más de treinta años de trabajo ha comenzado a dilapidarse, pronto habrás perdido todo.
El sufrimiento psíquico que puedo ocasionarte escribiendo sobre ti, sobre lo que has hecho con tu vida, sobre el modo como has construido las racionalizaciones sobre las que descansa tu existencia, podría destruir esos falsos cimientos y entonces el mundo que habitas se desplomaría sobre tu cabeza. ¿Quieres eso?

Alguien ha estado visitando lo que he escrito sobre David, lo que constituye para mí un poderoso indicador sobre el infierno al que ha ingresado, del que no es posible salir más que causándose la muerte biológica. Una vez, este pedazo de porquería me dijo que consideraba el suicidio “una cobardía”, afirmación idiota, agresiva y cobarde que vomitan cerdos que ignoran el adagio “no digas de esa agua no beberé”.

Sé que te vas a autoaniquilar, enemigo mío. Cuando eso suceda, sabré que te vencí en una batalla a la que tú me arrastraste, en un campo desconocido para mí donde las tenías todas contigo y haciendo gala de una malicia y una perversidad inconcebible, me atacaste con premeditación, alevosía y ventaja. Y eres tú el que se encuentra al borde del desastre, cuya salida alterna podría ser convertirte en un enfermo psicótico, que no reconoce a nadie, que habla incoherencias, se ensucia en su ropa y juega con sus heces.

¿Qué destino prefieres? El tiempo se ha agotado.

Tu existencia está acabada irremediablemente.

Lo sepas o no, esta es tu pesadilla, tu descenso a tu infierno personal.