En 45 minutos habrá terminado mi turno y la semana laboral y me dispondré a descansar. Las últimas dos semanas he tratado de hacer más ejercicio porque en meses pasados estuve poco activo y eso ha traído un aumento de peso. Mi falta de actividad se debió a una depresión más o menos grave de la que no tenía mucha conciencia pero se hizo manifiesta en los días siguientes a mi cumpleaños, en que tuve una crisis dolorosa. Lo bueno es que esa semana tuve cita en psiquiatría y sirvió para que me cambiaran el antidepresivo.
Ahora me he hecho el propósito de no ser tan indulgente conmigo mismo y entrar en actividad aunque me cueste trabajo. Para empezar, estas últimas dos semanas he hecho ejercicio tres días entre semana y sábado y domingo, lo que no está mal.
Cambiando de tema, quisiera poder tener más comunicación contigo, más frecuente y de mayor duración. Nuestras llamadas duran unos cuantos minutos y son muy esporádicas. Me imagino que una vez que sales de trabajar y durante los fines de semana nunca estás sola. Yo estoy al revés y la verdad mi soledad me duele. ¿Por qué estamos en diferentes ciudades, y además distantes una de la otra? Solamente he visto dos fotos tuyas y en ambas se ve un rostro muy bonito, pero también una sombra de tristeza. ¿Eres feliz, Ana Laura? Yo no quiero quejarme por la vida difícil que he llevado, pero siento que en los últimos días he aceptado mi realidad y me he dado cuenta de que si bien he perdido mucho, por otra parte es mucho lo que tengo y de lo que muchos hombres carecen. Ya cumplí 52 años y la edad se me nota en el pelo (canas) y un poco en la piel de la cara (me expongo mucho al sol), pero no en mi anatomía. Conservo bastante masa muscular y estoy razonablemente delgado. Al mismo tiempo, al convivir con mis compañeros de trabajo me doy cuenta de que tengo una formación académica muy sólida, que muchos de ellos no tienen. Sin embargo sigo teniendo problemas para formar relaciones de amistad y similares porque cuando alguien no me contesta una llamada telefónica, un correo electrónico o un mensaje de texto o de what’s up, me siento terriblemente mal y ese malestar se convierte en enojo y hago cosas de las que después me arrepiento.
¿Te confieso algo, Ana Lau? Quisiera que estuvieras cerca, quisiera verte y sentarme contigo en la sala de mi casa y tomarte de la mano y abrazarte y tenderme contigo en el sofá y platicar abrazados. La verdad es que soy muy expresivo en lo que se refiere al afecto y el contacto físico es muy deseable y no tenerlo es una de las partes más difíciles de la vida que llevo. Quisiera que estuviéramos tú y yo en posición horizontal abrazados, platicando y acariciándonos con palabras y físicamente también y nos quedáramos así muchas horas.
Tú sabes que yo no estoy casado y nunca lo he estado, nunca he tenido hijos y he tenido pocas relaciones de pareja serias, ninguna muy estable que digamos. Pienso que el amor es algo que se da entre dos personas y el estatus marital de cada una es algo que puede ser irrelevante. No quiero decir que esté a favor de la infidelidad, sino que la fidelidad es lo correcto cuando hay una buena relación, de no ser así, la verdad no tiene mucho sentido.
No recuerdo bien cuándo comenzamos a seguirnos en twitter, pero sí me acuerdo que una vez en una noche de sábado a domingo, me estaba sintiendo mal y escribí tweets que decían cosas como “he sembrado rosales y no he cosechado rosas” y tú te interesaste en mí y me ofreciste tu apoyo. Inmediatamente comencé a sentir mucho afecto por ti. Te ves tan bonita en tu selfie, con tu anatomía tan bella reflejada en el espejo. Si pudiera te abrazaría con fuerza, pero al mismo tiempo con delicadeza, poniendo especial cuidado en transmitirte el sentimiento de amor que tengo hacia ti.
Bueno, Ana Lau, quería decirte que estoy muy agradecido por lo linda que te has portado conmigo y pedirte que por favor no dejes de mostrarte emotiva conmigo. Abrázame, bésame, quiéreme y déjame abrazarte, besarte y quererte. El amor es lo mejor que podemos cultivar en nuestras vidas y con eso todos los involucrados salimos beneficiados.
Espero tener comunicación contigo, bellísima Ana Laura.
Te quiero.
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