lunes, 6 de enero de 2014

Estudiar como autodidacta, después mi primer empleo


Cuando fallé en la universidad por las deficiencias académicas que había acumulado a lo largo de la primaria, secundaria y preparatoria, abandoné mis estudios de ingeniería para ponerme a estudiar por mi cuenta y regresar a concluirlos más adelante. Entonces me encerré en mi habitación (debió ser a principios de 1988, hace ya 26 años) y comencé a estudiar matemáticas, comenzando por lo más elemental que era álgebra de secundaria y seguí adelante con esas y otras materias de ingeniería como teoría de circuitos eléctricos y electrónica analógica (todo teórico). Al mismo tiempo, comencé a leer libros, revistas y todo tipo de publicaciones periódicas en inglés, con la intención de aprender a fondo ese idioma. Puedo decir que razonablemente, he conseguido llegar a dominarlo. Ahora, soy capaz de leer, escribir y traducir de esa segunda lengua. Pudiera no ser gran cosa, pero me siento satisfecho en buena medida y orgulloso de lo que he conseguido. Sin embargo, laboralmente no me ha sido de mucha utilidad.

En noviembre de 1997, un ex compañero de la universidad, de nombre David, me contrató como técnico ambiental y de seguridad e higiene para trabajar en una empresa maquiladora del ramo electrónico, que venía llegando a Guadalajara. Mi primer empleo a los 33 años y medio de edad Dos meses y medio más tarde, comenzando febrero de 1998, me echó a la calle, asestándome una puñalada por la espalda y causándome un daño del que nunca me recuperé. Ese “amigo” haciendo equipo con mi padre, arruinó mi vida. Su motivación para perjudicarme fue la envidia que me tenía desde que me conoció 14 años antes al ingresar a la universidad y su narcisismo patológico. Puesto que él sí había terminado la licenciatura en ingeniería y había comenzado a trabajar desde entonces, creía ser superior a mí intelectualmente. Cuando trabajamos juntos y se dio cuenta de que no podía superarme en todo, cometió su acto de traición y de cobardía. El nombre de ese infame es David Iturbe Gutiérrez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario