lunes, 21 de julio de 2025

Una adversidad grave que dominó mi existencia, la lucha continúa

 

Hoy lunes desperté antes de las 7 a.m., decidí salir con mi mascota, mi perrita Clara, a un área de un parque muy cercano a mi vivienda. Había dormido bien durante la noche, durante el fin de semana había realizado labores que había proyectado desde hacía años (literalmente, años), pero como sucede tanto conmigo —por mi patología tan grave, que ha hecho de mí una persona tan disfuncional— las había dejado para después durante esos periodos de tiempo tan prolongados.

Ayer domingo limpié la cocina. Para ello moví muchos objetos situados en el área que ocupa el fregadero (en estado lamentable) e incluso la mesa de madera que usamos mi madre y yo para consumir nuestros alimentos. Hay una plaga de cucarachas y moscas muy pequeñas, que dificulta hacer cualquier cosa; cuento con poco dinero y resulta difícil comprar insecticida para controlar esos bichos. Su presencia dispara mi alta vulnerabilidad a cualquier elemento generador de estrés.

Siguen brotando en mi mente decenas de recuerdos de vivencias negativas protagonizadas por individuos que en diferentes épocas de mi vida, manifestaron su pobreza (incluso miseria) asumiendo actitudes de agresividad y violencia (de manera cobarde, la mayor parte de las veces), porque características mías, positivas, deseables, como mi persona —anatomía de un deportista y fisonomía de un hombre de origen étnico caucásico, además de un cociente intelectual alto— despertaron en ellos envidia y por ello exhibieron sin el menor pudor, su debilidad mental, su impotencia vital y su cobardía; triada que constituye un campo fértil para el cultivo de un narcisismo grave. Lo lamentable del asunto es la afectación para otras personas a quienes estos lisiados de espíritu violentan de muy diversas maneras. En casos graves, esos narcisos arruinan o incluso aniquilan a personas vulnerables que por diferentes razones no pueden alejarse de ellos. Muchas de esas personas, víctimas potenciales, no son siquiera capaces de identificar la destructividad de estos seres miserables e incluso habiendo sido seducidos por ellos, llegan a adorarlos, los colocan en un pedestal y cuando los identifican como lo que son —manipuladores, perversos sádicos despiadados— ya es demasiado tarde.

Así como no necesitamos divinidades —un poder superior, dioses— tampoco necesitamos demonios, ángeles caídos, avernos ni nada que tenga que ver con ese tipo de fantasías o mitologías. La destructividad humana cubre el rango completo desde la mayor virtud hasta la depravación extrema.

A mí la vida me jugó rudo. Mi padre era un psicópata, mis familias paterna y materna presentaban una descomposición que se convirtió en un caldo de cultivo para la desintegración mental y física de sus integrantes. Hace falta señalar aquí que este tipo de entornos familiares no son nada raros, la inmensa mayoría de las familias son muy disfuncionales y para muchísimas personas, el lugar más inhóspito del mundo se encuentra donde está su familia.

Volviendo al modo como han transcurrido estos últimos días, debo mencionar que hace 10 días mi madre viajó a un destino de playa donde vive una hermana que es cuatro años menor que yo (cumplió años el pasado domingo 13 de julio) y su ausencia facilita realizar esas labores tan importantes, pues siento que hay un paralelismo entre la suciedad que se ha acumulado en mi vivienda el resentimiento que llevo en mi psiquis, algo que se ha convertido en un carga muy pesada y el agotamiento que produce resulta doloroso y da lugar a una furia difícil de manejar. El gasto de energía (dilapidación) podría ser el origen (por lo menos en parte) del agotamiento que me aqueja.

 Esos estados anímicos me inmovilizan y durante cerca de cuatro años —a partir de que fui despojado de un empleo, lo cual representó una injusticia enorme, una constante en mi historia de vida— no he hecho casi nada; nada que no sea ejercitarme compulsivamente, expresar por escrito y oralmente el dolor y el sufrimiento psíquico que me aquejan, y pasar demasiado tiempo en la red (internet), la mayor parte del tiempo perdiendo el tiempo de una manera miserable.

Con 1.78 m de estatura, mi peso corporal ha descendido a unos 62 o 63 kg. No me preocupa mucho porque sé que eso se debe a que mi metabolismo se ha acelerado por la actividad física que comencé a incrementar hace cuatro años, durante el año 2021, antes de ser despojado de ese empleo en una empresa farmacéutica en la que trabajé durante seis años y tres meses. Experiencia terrible, Productos Maver.

Mi ingesta calórica es muy alta. Hoy bebí una taza de café sin azúcar y sin ningún edulcorante (no consumo sacarosa ni nada parecido), acompañada de pan que yo mismo preparé (hot cakes, con harina de trigo, huevo, leche, mantequilla, un poco de sal y polvo de hornear, sin azúcar) seguida de un tazón de avena hervida en agua con plátano (banano) y pasitas, sin leche ni azúcar.

Más tarde comeré una mezcla de arroz y frijol con mucha cebolla y ajo crudos. Combino estos alimentos, el arroz y el frijol, porque un cereal y una leguminosa forman el equivalente a proteína de origen animal, pero sin el peligro de dañar al hígado y a los riñones. Acompañaré ese plato exquisito con un par de huevos con trocitos de papa (patata) previamente hervida y tortillas; otro cereal, maíz.

Cuando llegue la hora de la cena, comeré sopa de pasta aguada, con mucha zanahoria poco cocida y carne, a lo que también agregaré mucha cebolla y ajo crudo.

Mis características anatómicas son poco comunes en un hombre de mi edad, en mi temprana séptima década (cumplí 61 años de edad en abril pasado), resultado de haber comenzado a convertirme en un deportista hace 45 años (año 1980, con 16 años de edad), y haberme interesado en la buena nutrición, el consumo de alimentos y bebidas sanos y nutritivos, evitando alimentos y bebidas carentes de nutrientes y de alta toxicidad; algo de lo más representativo del neoliberalismo terriblemente destructivo, genocida de hecho.

He observado en muchos individuos, sobre todo en edad madura o en la vejez (así sea temprana), un deterioro que se manifiesta no solamente en su deformidad anatómica, abundante tejido adiposo, sino en su rostro y cuello, hinchados, abotagados, inflamados. Muchos de ellos amplifican el deterioro dejándose pelos (bigote y/o barba) siguiendo la moda grotesca —algo que no es nuevo, siempre han predominado los débiles mentales, que viven como si no contaran con una voluntad propia, capacidad para decidir lo que hacen, optando por hacer lo que hacen los demás, petimetres y similares.

Ese malestar que me aqueja, que frecuentemente me abruma, puede ser disminuido drásticamente al enfocarme en aquello positivo que hay en mi existencia. Mi salud orgánica parecería formidable. Mis órganos internos funcionan mejor que los de muchos hombres que no tienen la mitad de mi edad; esa funcionalidad se proyecta en mi aspecto físico y mi nivel intelectual – cultural es poco común porque desde mi infancia me interesé mucho en el conocimiento y la cultura, me fascinaron los libros e incluso aprendí una lengua extranjera (el inglés, cuyo aprendizaje sigue en curso, por supuesto) principalmente como autodidacta.

Me propongo seguir con mis proyectos, apartar de mi mente esa realidad tan terrible (una vida plagada de violencia) y enfocarme en mis logros. Superar mi grave patología, liberarme de ese peso descomunal que representa el resentimiento que llevo a cuestas, hará posible que continúe desarrollando mis potencialidades y ello me llevará a vivir en plenitud.

Lo mejor está por venir

sábado, 17 de febrero de 2024

Psicoanalista Celia, una asociación civil y desconcierto

 

He creído firmemente que en tiempos muy recientes he conseguido grandes avances respecto a mi problemática, la grave patología con que he vivido, resultado de una vida de violencia (casi desde que era un bebé, o al menos desde la más temprana infancia) perpetrada por mi padre psicópata, haciendo equipo con mi madre —que vivió como si fuera una enferma psicótica, tal vez esquizofrénica— y casi destruyeron mi vida.



Hice uso de un recurso orientación emocional (atención psicológica vía telefónica) en una asociación civil ubicada en la capital de mi país, de nombre Fundación Origen, comenzando en algún momento durante el año 2021, una vez hube sido despedido de mi empleo, cuando se consumó una enorme injusticia, pues se dio fin a esa relación laboral porque me negué a aceptar la impunidad que las autoridades de la empresa obsequiaron a mi agresor (el psicópata que me acosó laboralmente durante más de cuatro años) y todo lo que tiene relación con eso.

Durante el año 2022, hice uso de ese recurso, con menor frecuencia, y a principios de 2023 (el primer domingo de marzo) decidí abandonarlo por malos tratos provenientes de su personal. Hacia el final de ese año, en un momento difícil, intenté usarlo y para mi sorpresa, se me atendió, lo cual agradecí. Volví a interactuar con una psicóloga que cuenta con una especialidad en psicoanálisis, de nombre Celia Bucay, a quien había encontrado en enero de 2019 en otro recurso de ese tipo, con quien hablé dos días por semana entre enero y abril de ese año, 2019. Fue muy afortunado encontrar a esa dama, a quien percibí como una fuera de serie por su nivel intelectual, su competencia y su calidad humana. He llegado a considerar a Celia una fuera de serie, a sentir gratitud, admiración y afecto hacia ella, por la atención y la ayuda que me brindó.



Hablé con esta dama —todavía joven— en un par de ocasiones al comenzar el año en curso, 2024. La última llamada se dio el viernes 12 de enero pasado, en que Celia me informó que los siguientes dos viernes (19 y 26 de enero) no estaría disponible, por actividades que realizaría como parte de sus funciones de esa asociación civil. Habría que esperar hasta el primer viernes de febrero, y mientras tanto, busqué la atención de alguna otra psicóloga, compañera de Celia (la atención se limitaba a una llamada por semana) y fui objeto de agresiones por parte de personal que ahí labora; varones afeminados que niegan la atención y psicólogas como Carolina Bárcenas y Renata Millán, que muestran comportamientos absolutamente incorrectos, reprobables, de mujeres indecentes que agreden para después acusar violencia de género.

Decidí no volver a solicitar la atención en Fundación Origen, y así lo informé a personas que me contestaron y me atendieron de manera correcta. Una fue una dama de nombre Alicia González (no estoy seguro del nombre de pila) y Gisela Méndez, que me había atendido entre diciembre de 2021 y enero de 2022.

Mencioné a ambas (Alicia González y Gisela Méndez) que resultaba triste no poder despedirme de Celia Bucay, esperando que se lo comunicaran, aunque Celia me había dado una dirección de correo electrónico para que yo me comunicara con ella, de esa misma asociación civil, negándose a darme una dirección email suya, de uso personal. Me despedí de Celia usando esa dirección email que ella me proporcionó, y desde entonces he vivido un duelo.

Le había escrito a Celia sobre temas de los que habíamos hablado por teléfono cuando ella me atendió, asuntos muy importantes sobre violencia de personal médico (abuso sexual) perpetrado incluso por mujeres; y todavía más importante (algo que me sorprendió mucho), que ella descubrió en su práctica profesional (al proporcionar terapia psicoanalítica) que muchas personas han sido víctimas de abuso sexual perpetrado por sus padres, de ambos sexos. Esto me sorprendió, pues yo tenía entendido que la mayoría de los casos de abuso sexual eran perpetrados por individuos del género masculino, entiéndase hombres, y según lo que me dijo esta brillante psicoanalista, Celia Bucay, las mujeres (mamás) perpetran este tipo de violencia tanto como sus contrapartes hombres (papás).



Resultó fácil percatarme que eso que me había sorprendido tanto, resulta congruente con lo que había redescubierto al volver a leer la obra de Erich Fromm, específicamente su libro Tener o ser, en que habla del amor usando estas palabras:

Experimentar amor en el modo tener implica encerrar, aprisionar o dominar al objeto “amado”. Es sofocante, debilitador, mortal, no dador de vida. Lo que la gente llama amor la mayoría de las veces es un mal uso de la palabra, para ocultar que en realidad no ama. Puede dudarse que muchos padres amen a sus hijos. Lloyd de Mause afirmó que durante los pasados dos milenios de historia occidental, ha habido informes de crueldad para con los hijos, desde tortura física y psíquica, descuido, franca posesividad y sadismo tan terribles que puede creerse que los padres amantes son la excepción y no la regla.

Como decía antes, lo que esa brillante psicóloga-psicoanalista, Celia Bucay, me informó, encaja perfectamente con lo que menciona Fromm (citando a Lloyd de Mause) respecto al amor de los padres.



Ahora que Fundación Origen me ha excluido, ha bloqueado mis números de teléfono (fijo y celular), lo cual constituye una agresión y resulta absolutamente incongruente con su “intención de ayudar”, me surgen serias dudas sobre esa joven psicoanalista. ¿Participó en esa agresión, en ese acto de bajeza?

Sería terrible que la respuesta fuera afirmativa, pero no voy a adelantar nada. La gratitud, el afecto y la admiración que siento por esta dama, un bellísimo ser humano, deberán permanecer sin cambio.

Adiós, Celia Bucay. Te llevaré en mi corazón mientras viva.






viernes, 9 de febrero de 2024

Bicicleta pesada, movimiento que gobierna al Cosmos

 


Esfuerzo considerable con mi bicicleta de cuadro de aluminio marca Alu Bike, que me obsequió mi madre —con el producto de su esfuerzo (trabajo) en una tienda de conveniencia cuando se acercaba a 59 años de edad. Ella trabajaba 48 horas por semana, por una remuneración muy baja y me dio el dinero para que comprara ese cuadro pesado (por ello económico) y pudiera volver a practicar mi deporte.

Eso ocurrió en noviembre de 2000, época en que la mujer más hermosa del mundo (Celia, la bella psicoanalista) cumplió 16 años de edad. En los años que siguieron, trabajé en dos maquiladoras del ramo electrónico y una del ramo metal-mecánico. Durante ese tiempo me ejercité usando esa bicicleta, esperando que al alcanzar una cifra múltiplo de 10 mil kilómetros (distancia total), obtendría un empleo con una remuneración justa.

Al volver a usar Alu Bike, cierro trayectorias del tipo que caracteriza el movimiento que gobierna el Cosmos mientras pedaleo generando rotación solamente, o una combinación de rotación y traslación.

Noviembre de 2000 a octubre de 2016, usé esa bicicleta de aluminio muy pesada, marca Alu Bike, de forma discontinua.

Seis meses después de comprar la bicicleta de aluminio marca Cannondale, en octubre de 2016, me rompí la clavícula, resultado de un estrellón con un peatón imbécil que se bajó de la banqueta metido en su Smartphone. Incapacidad de seis semanas; al regresar, soy objeto de acoso laboral que duraría cuatro años y en agosto de 2021 sería despedido y se consumaría una enorme injusticia.

Se cierran trayectorias → justicia → limpieza → mueren canallas → la vida devuelve a quien fue agredido lo que otros le quitaron.

Mi padre se auto-aniquiló. Años más tarde, el hijo de puta se lleva consigo a quienes se sumaron a su labor destructiva, sus intentos por orillarme al suicidio. Entre ellos figuran esposos de mis hermanas; psiquiatra aborigen horrendo, inferior; megalómano patético que se casó con una mujer que autóctona, inculta, analfabeta que parece su sirvienta; el psicópata que me acosó laboralmente y a la delincuente que lo había convertido en un intocable y tenía secuestrada la empresa farmacéutica donde laborábamos. Una porquería.

Se hará justicia.











Momentos difíciles, crisis por un amor imposible

 

Dormí bastante durante entre la tarde del jueves y la madrugada del viernes.

El jueves traduje tweets de una cuenta estadounidense de judaísmo Torá, que publiqué en esa red social y también en forma de blog en blogspot.com y en el microblog Tumblr.  



Después de apagar mi computadora personal, pasé mucho tiempo buscando información sobre Celia, la bella psicoanalista que ha cautivado mi corazón, haciendo uso de mi Smartphone, síntoma de obsesión muy severa; me sentí terriblemente mal. Pasé el resto del día sin hacer nada, esa inmovilidad me hizo sentir mal, culpabilidad, pero al mismo tiempo soy capaz de cobrar conciencia de que continúo avanzando y pronto seré capaz de superar el doloroso sentimiento que implica internalizar que Celia no será jamás parte de mi vida.

Respecto a ella, mis sentimientos y mis ideas son un tanto contradictorios. Por una parte, pienso en la posibilidad de que esas características excepcionales que percibo en ella no sean reales, que yo se las haya atribuido, como he hecho con otras personas en diferentes épocas de mi vida. Pero, por otra parte, durante nuestra comunicación (sobre todo durante las últimas llamadas, en enero del año en curso) el tiempo de llamada se prolongó en una medida mucho mayor a la acostumbrada y sentí que Celia hacía esto con toda intención, como si sintiera un vínculo poderoso entre nosotros y al mismo tiempo necesitara ese nivel de identificación con otro ser humano. Si tuviera razón respecto a que Celia cuenta con un nivel intelectual formidable (lo cual parece bastante probable), tal característica haría de ella una persona solitaria, porque encontrarse en un nivel muy superior al promedio dificulta establecer una comunicación con otras personas. Si esta bella psicoanalista vive en soledad (pese a la proximidad de compañeros de trabajo durante las largas jornadas en esa asociación civil, Fundación Origen), al dialogar conmigo podría hallar lo que yo llamo un alma gemela. A ese respecto, vuelvo a caer en la situación que pretendo expresar en este párrafo. Esto es especulación y posiblemente también un deseo irreal, pero habiendo encontrado a esta dama a principios del año 2019 (es decir, hace cinco años) en un servicio de consejería emocional, identificándola desde la primera llamada como una persona excepcional, la idea podría tener mucho sentido.

No obstante —y muy a mi pesar—, mi determinación respecto a no volver a buscarla es firme. Parece poco probable que suceda, pero si la bella psicoanalista ha identificado en mí a un hombre con el que puede encontrar algo significativo en su vida, podría contactarme para iniciar algún tipo de relación conmigo.



Me dispongo a leer un capítulo de To kill a mockingbird, de Harper Lee (una obra maestra de la literatura estadounidense, que he leído varias veces) para después entrenar en bicicleta, usando mi velocípedo marca Alu Bike, y más tarde, escribir. Esta última actividad se ha facilitado a últimas fechas, principalmente porque he sido capaz de suprimir la sintomatología de mi grave neurosis, superando así la inmovilidad que me aquejó durante más de dos años, a partir de que fui despojado de un empleo sin la menor justificación, una enorme injusticia.



 Otras tareas pendientes son continuar con la traducción de un capítulo de Profit over people, de Noam Chomsky (sobre neoliberalismo), escribir sobre la falsa filantropía de Fundación Origen y sobre la bella psicoanalista Celia, su aparente vinculación con la comunidad judía en este país, que es algo muy opuesto al judaísmo; en realidad se trata de sionismo, doctrina política y racial que con sus actividades criminales promueve el antisemitismo en todo el mundo. La vinculación de Celia con esa comunidad judía resultaría tremendamente incongruente, pues se trata de gente que acapara el capital, lo cual es la característica más representativa del neoliberalismo.

Alguien en Israel ha visitado un blog que abandoné hace cerca de cuatro años y ahora el número de visitas se acerca a 40 mil.







jueves, 8 de febrero de 2024

Tweet de Judaísmo Torá (@TorahJews)

Los sionistas son los nazis de la actualidad, no son judíos en lo absoluto.

Los sionistas son personas que usan el judaísmo para sus propios intereses.

La religión de los sionistas es el sionismo. Quieren destruir al judaísmo, deformarlo y reemplazarlo con la religión del sionismo que ellos mismos han concebido.

Los judíos Torá hemos luchado contra el sionismo y contra Israel durante años. Cuando emergió el sionismo y soñó con el establecimiento de un estado, los primeros opositores fueron rabinos judíos.

El sionismo jamás es judaísmo. No existe tal cosa como el sionismo en el judaísmo.

La ideología pervertida llamada sionismo es un movimiento político fundado por un ateo de nombre Theodor Herzl, mientras que el judaísmo es una religión y nunca un movimiento nacionalista o racista.

  


Judaísmo Torá (@TorahJews) en Twitter, algo ejemplar

 

Como Judaísmo Torá, hemos conseguido un gran logro. Gracias a nuestras actividades de cabildeo, miles de personas saben ahora que el judaísmo y el sionismo no son lo mismo y nos apoyan haciendo que las voces de los judíos sean escuchadas en mayor medida.

El propósito de Judaísmo Torá es hacer que la voz de los Judíos Torá sea escuchada en todo el mundo, difundir que el sionismo no es judaísmo y que los judíos no son sionistas, y que existe una gran oposición judía contra Israel.

Desafortunadamente, debido a que los principales medios de comunicación están en manos de sionistas o apoyan indirectamente a sionistas, nadie escucha las voces de Judíos Torá y muchas personas apenas se están enterando de la existencia de judíos que luchan contra Israel y contra el sionismo.

Han pasado exactamente tres años. El Judaísmo Torá inició sus operaciones hace tres años para hacer escuchar la voz judía, pero todavía queda mucho por hacer; por ello necesitamos tu apoyo más que nunca para lograr que la voz judía sea escuchada y revelada.

La historia judía y la religión del judaísmo han sido usurpadas por el sionismo, que está deformando el judaísmo al perseguir sus propios intereses, haciendo parecer que todos los judíos son sionistas, y nosotros estamos esforzándonos para exponer esta falacia.

Apóyanos en esta lucha difícil, hagamos que nuestras voces en contra del sionismo y sus mentiras sean escuchadas.









jueves, 19 de marzo de 2020

Un enemigo

Pienso en lo mucho que me molesta que me hablen con actitudes de condescendencia, se me viene a la mente el infame imbécil hijo de ramera David. ¡No seas estúpido!

¿Qué ha sucedido cuando tu enemigo ha derribado tus racionalizaciones, humillándote en público? ¿A qué ha dado lugar el dolor psíquico que eso te ha provocado? ¿Abuso de sustancias, has empuñado tal vez un arma blanca o un arma de fuego para atacar a alguien o para atacarte a ti mismo? ¿Dónde estás, en una prisión o en una institución psiquiátrica? Lo que has hecho en más de treinta años de trabajo ha comenzado a dilapidarse, pronto habrás perdido todo.
El sufrimiento psíquico que puedo ocasionarte escribiendo sobre ti, sobre lo que has hecho con tu vida, sobre el modo como has construido las racionalizaciones sobre las que descansa tu existencia, podría destruir esos falsos cimientos y entonces el mundo que habitas se desplomaría sobre tu cabeza. ¿Quieres eso?

Alguien ha estado visitando lo que he escrito sobre David, lo que constituye para mí un poderoso indicador sobre el infierno al que ha ingresado, del que no es posible salir más que causándose la muerte biológica. Una vez, este pedazo de porquería me dijo que consideraba el suicidio “una cobardía”, afirmación idiota, agresiva y cobarde que vomitan cerdos que ignoran el adagio “no digas de esa agua no beberé”.

Sé que te vas a autoaniquilar, enemigo mío. Cuando eso suceda, sabré que te vencí en una batalla a la que tú me arrastraste, en un campo desconocido para mí donde las tenías todas contigo y haciendo gala de una malicia y una perversidad inconcebible, me atacaste con premeditación, alevosía y ventaja. Y eres tú el que se encuentra al borde del desastre, cuya salida alterna podría ser convertirte en un enfermo psicótico, que no reconoce a nadie, que habla incoherencias, se ensucia en su ropa y juega con sus heces.

¿Qué destino prefieres? El tiempo se ha agotado.

Tu existencia está acabada irremediablemente.

Lo sepas o no, esta es tu pesadilla, tu descenso a tu infierno personal.