jueves, 14 de diciembre de 2017

Manejo de la energía y una verdadera oportunidad


Como expreso claramente en la entrada anterior, hoy es un día significativo. Una década después de la muerte del peor enemigo que he tenido jamás, me encuentro en una buena situación, pues desde hace dos años y siete meses tengo trabajo, llevo una vida productiva y cuento con un dinero que me proporciona bienestar, independientemente de que sea mucho, poco o regular. Bueno, definitivamente no es poco. A modo de ejemplo puedo comentar que el día de hoy estoy estrenando zapatos, comprados a amazon.com y en este año que está terminando he hecho muchas compras que han redundado en bienestar, si bien sé que la felicidad no está en la abundancia de bienes materiales.

He estado leyendo el libro ‘The Happiness Track” de Emma Seppälä, científico de la Universidad de Stanford. Me encontré con esta destacada mujer buscando en internet la manera de manejar el estrés que padezco casi cotidianamente, específicamente los conflictos con compañeros de trabajo, y en segundo término el estrés que tengo que enfrentar al salir de casa y moverme en un ambiente con muchísimo tráfico, gente que se comporta como animales salvajes, ruido excesivo y traslados largos de mi casa al trabajo y recíprocamente, que toman mucho tiempo.

Apareció Emma Seppälä en un video de youtube hablando de ejercicios de respiración y sus efectos, así como de meditación y el manejo de nuestra energía. Al buscar información sobre esta bella mujer encontré su libro disponible en amazon.com y decidí comprarlo. Sin embargo, como me sucede tanto, el interés fue muy vivo al principio y después fue desvaneciéndose.

Esta mañana retomé su lectura en el trayecto hacia el trabajo y terminé un capítulo titulado ‘Manage your energy’. Al llegar al final, decidí volver a leer ese capítulo desde el principio. Habla principalmente de la importancia de conservar la calma y evitar las emociones intensas. A diferencia de lo que podría pensarse, que ante la necesidad de hacer mucho trabajo en un tiempo limitado el estrés es inevitable y de hecho ayuda a conseguir los objetivos. Paradójicamente, estar en calma nos hace mucho más productivos, evitando el agotamiento y disminuyendo la posibilidad de cometer errores que pueden tener consecuencias muy serias.

La importancia del manejo de la energía no se limita al ambiente laboral, sino a todos los ámbitos de nuestras vidas. Hablando de mí puedo decir que atribuyo el cansancio que me agobió en meses pasados a no saber manejar las relaciones difíciles con algunos compañeros de trabajo, a no manejar adecuadamente el estrés que me provoca convivir con muchas personas (por ejemplo al usar el transporte público para ir y venir del trabajo), y a mis trenes de pensamientos en los que revivo una y otra vez experiencias negativas con compañeros de trabajo, o con familiares o con conocidos y con desconocidos, ya sea que hayan sucedido hace unas cuantas horas o hace años (incluso décadas).

Frecuentemente siento preocupación por las consecuencias que pudieran tener enfrentar una situación laboral (por ejemplo el convivio con mis compañeros de departamento que se llevará a cabo en fecha próxima, al cual tengo la firme intención de no asistir), o plantearle a la directora de mi departamento las razones de mi negativa, o exponerle lo mal que le he pasado desde que llegó aquella señora de edad avanzada, que lo único que ha hecho es causar problemas con sus chismes e intrigas (a todas luces es una enferma mental) y las complicaciones porque algunos compañeros le han hecho caso.

Otra manifestación de este mal manejo de la energía consiste en imaginar situaciones en las que yo podría resultar seriamente perjudicado (llegar a perder mi empleo, por ejemplo); en palabras más claras: catastrofismo.

El día de hoy, con más de 50 años de edad tengo la oportunidad de aglutinar mis experiencias y convertirlas en lecciones valiosas, en sabiduría y experiencia aprendiendo a diferenciar lo que es importante de lo que no lo es. Si lo consigo, podré dejar de sentir ese malestar que tanto me aqueja (pese a mis buenas condiciones de vida) y ese cansancio continuo, lo que me dará la posibilidad de dejar de tomar medicamentos (algo que ya estoy haciendo) sin el peligro de sufrir recaídas riesgosas y canalizar mi energía de una manera constructiva.

Sé que todo esto no se logra de la noche a la mañana, pero ya he recorrido un buen tramo del camino y si tengo éxito mi vida puede dar un giro de 180 grados, dejando atrás una existencia dominada por el sufrimiento, la injusticia, la violencia y la enfermedad.

Haré mi mejor esfuerzo.

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