miércoles, 20 de diciembre de 2017

Pensamientos diversos en una tarde de miércoles


Estás en una buena situación, tienes un empleo con una remuneración que te permite ser autosuficiente y mantener a tu madre. Al mismo tiempo, le has demostrado a muchas personas que tienes habilidades poco comunes, que eres responsable, confiable y que tienes una preparación académica muy sólida. En algunas personas eso ha provocado admiración, en otras ha provocado envidia y a para tus enemigos ha sido una calamidad.

Deja de sufrir por situaciones que están fuera de tu control y sé feliz con las cosas buenas que hay en tu vida.

Duermo en una cama tamaño individual, con una pequeña extensión de la longitud del lecho, que era una base de otra cama que yo recorté para que cupiera el colchón tamaño matrimonial en que dormía hasta marzo pasado. Esa extensión ya no es necesaria, pero la tengo pegada a la cama porque me es útil para poner objetos como cuadernos y libros, además de prendas de ropa.

Antenoche, en la madrugada del martes, desperté de pronto y vi una forma oscura apoyada en dicha base. Reconocí entonces a mi perrita Chora, a la que adopté junto a su hija Clara el pasado mes de abril. Extendí una de mis manos y acaricié la cabeza de mi mascota, cubierta de grueso pelo color sal y pimienta. Más tarde volví a despertar y me di cuenta de que ahora se hallaba tendida sobre una pequeña área de la extensión de la cama, su pequeño cuerpo descansando en un cuaderno y sobre el arreglo con forma de tablas de madera que componen esa extensión.

¿Por qué hace eso este animalito, para estar más cerca de mí? Recuerdo una vez que mi perrita Candy, maltés de raza pura se acercó a mí y apoyó sus patas delanteras en mi regazo, pidiéndome que la acariciara, pensé ‘estos no traicionan’. ¿De cuántos seres humanos podemos decir eso? Tal vez de ninguno. No sé si estoy siendo demasiado pesimista.

¿Por qué tengo que vivir con mi madre, si ella hizo posible que mi padre terminara de arruinar mi vida?

Hace 36 horas murió mi tío Renato, diez años después de mi padre. Mi primo Ricardo se siente mal por ello, está viviendo un duelo. En su lugar yo me iría a celebrar, ese hijo de puta fue atroz. ¿Por qué tantas personas aman a sus peores enemigos y al mismo tiempo se vengan de lo que estos les hicieron en personas que jamás les han hecho ningún daño? Eso definitivamente no lo entiendo.

He estado en crisis desde anoche, cuando llegué a la casa y me enojé mucho con mi madre porque no entendió el mansaje que le envié por Whatsapp, diciéndole que había hablado con la directora de mi departamento para decirle que no quería ir al convivio, y ella lo aceptó. Mi madre no leyó bien el mensaje y entendió que me había ido a ese evento social y supuso que llegaría tarde a la casa. No dormí bien durante la noche, salí de la cama demasiado temprano, a las cuatro de la mañana.

La crisis que estoy viviendo tiene relación con el motivo de mi negativa a asistir a ese evento social del departamento al que pertenezco. Como escribí en entradas anteriores, cuando regresé de la incapacidad por el accidente que sufrí a principios de mayo, encontré con que había ingresado una vieja en el mismo puesto que yo, mismo que desempeñó durante seis meses y finalmente el pasado viernes 15 de diciembre se retiró voluntariamente, después de haber hecho un papel vergonzoso.

Como resultado de sus intrigas, dos compañeros que tienen puestos de jefatura mostraron comportamientos muy hostiles hacia mi persona, lo que me hizo sentir terriblemente mal y pensar en que así ha sido mi vida desde el principio, que he sido blanco de todo tipo de ataques en todos los ámbitos, me provoca un malestar muy doloroso, difícil de manejar.

Mañana temprano se llevará a cabo el susodicho convivio y no sé de qué manera afectará mi jornada laboral. No sé si deberé presentarme a laborar a la hora acostumbrada o si podré tomarme unas horas de descanso en el que será mi último día de trabajo antes de Navidad, pues a partir del próximo viernes tendré cinco días de asueto.

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