Pese a haber pasado todos los años de primaria, secundaria y preparatoria sin aprender gran cosa —de hecho casi nada— al tomar conciencia en la universidad de mis deficiencias académicas, me puse a estudiar y conseguí una formación poco común, aun sin haber logrado concluir mis estudios (ingeniería electrónica, en el iteso).
En mi trastorno de personalidad, son muy frecuentes las adicciones y yo he vivido alejado de ellas. Nunca tuve el hábito de fumar, no abuso del alcohol y jamás en mi vida he usado una droga ilícita.
Habiendo recibido una formación muy mediocre en lo que se refiere al aprendizaje del idioma inglés (tres años de secundaria y dos de preparatoria), avancé de un nivel básico llegando a intermedio, a dominar el idioma y me convertí en traductor inglés-español principalmente como autodidacta. Creo que puedo afirmar, que cuento con un nivel cultural aceptable.
Mi afición al deporte—primero carrera pedestre a partir de los 16 años, después ciclismo de ruta—me ayudó a mantenerme alejado del alcohol y de las drogas. A mis 47 años, tengo una salud física bastante buena y eso es un logro que puedo considerar mío, algo de lo que puedo estar orgulloso, algo que yo me gané y que constituye un gran aliciente para continuar con mi vida, para seguir por el buen camino en un proceso de recuperación que por un lado incluye la atención médica y por otro, el aspecto espiritual, volver a creer en Dios, volver a tener fe.
Padezco un trastorno de personalidad, el límite, también conocido como borderline. Había perdido la voluntad de vivir pero es posible que empiece a recuperarla; ya no soy joven, pero todavía estoy a tiempo.
miércoles, 15 de junio de 2011
Trastorno por déficit de atención, importancia del diagnóstico
Había mencionado en la entrada anterior, que Fabiola me diagnosticó el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y eso contribuyó a que yo me diera cuenta de lo competente que es, de lo bien que hace su trabajo. Este trastorno implica problemas de aprendizaje y nunca antes me fue diagnosticado —pese a haber comenzado a ver médicos psiquiatras en 1990, hace 21 años— tuvo mucho que ver con mi fracaso escolar y pudo haberme conducido al trastorno limítrofe de personalidad (borderline) en combinación con la violencia tan brutal en la que viví, creciendo en una familia disfuncional, con un padre alcohólico, perverso e incestuoso.
Nótese la importancia tremenda que tiene esta incompetencia que implica el no haber diagnosticado el TDAH, de la que fueron responsables principalmente tres individuos (todos médicos psiquiatras egresados de la Universidad Autónoma de Guadalajara): Gustavo Marín Pérez, Flavio Miramontes Montoya y Álvaro Zomosa Mathews. Considero a Flavio al más dañino por el intervalo de tiempo durante el que me atendió, de alrededor de once años: de 1995 a 2006. Gustavo Marín tenía una fealdad repulsiva y Flavio Miramontes es un individuo muy acomplejado por un problema parecido al de su colega Gustavo; es un hombre chaparro, muy cabezón, de espalda angosta y cintura inexistente y muy indígenoide. Esos dos tipos, Gustavo y Flavio pudieran tener trastornos psicológicos muy graves debido a su apariencia física y ellos mismos debieron ser capaces de descubrir eso y no meterse en profesiones de ayuda, pues otras personas no tenemos la culpa de sus problemas psicológicos ocasionados por su deformidad o su malformación o su incapacidad para vivir con su pobreza personal. Álvaro es un mal individuo, un mercenario de la medicina a quien sólo le interesa sacarle a sus pacientes y a sus familias, la mayor cantidad de dinero posible.
De ahí en parte, que tenga tan buena opinión de Hildelisa Fabiola, mujer joven formada en la Universidad de Guadalajara y en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde. Con su juventud y con su experiencia considerablemente menor a la del trío de inútiles (Marín, Zomosa y Miramontes), los superó en tres segundos. ¿Cómo darte las gracias, Hildelisa Fabiola?
Nótese la importancia tremenda que tiene esta incompetencia que implica el no haber diagnosticado el TDAH, de la que fueron responsables principalmente tres individuos (todos médicos psiquiatras egresados de la Universidad Autónoma de Guadalajara): Gustavo Marín Pérez, Flavio Miramontes Montoya y Álvaro Zomosa Mathews. Considero a Flavio al más dañino por el intervalo de tiempo durante el que me atendió, de alrededor de once años: de 1995 a 2006. Gustavo Marín tenía una fealdad repulsiva y Flavio Miramontes es un individuo muy acomplejado por un problema parecido al de su colega Gustavo; es un hombre chaparro, muy cabezón, de espalda angosta y cintura inexistente y muy indígenoide. Esos dos tipos, Gustavo y Flavio pudieran tener trastornos psicológicos muy graves debido a su apariencia física y ellos mismos debieron ser capaces de descubrir eso y no meterse en profesiones de ayuda, pues otras personas no tenemos la culpa de sus problemas psicológicos ocasionados por su deformidad o su malformación o su incapacidad para vivir con su pobreza personal. Álvaro es un mal individuo, un mercenario de la medicina a quien sólo le interesa sacarle a sus pacientes y a sus familias, la mayor cantidad de dinero posible.
De ahí en parte, que tenga tan buena opinión de Hildelisa Fabiola, mujer joven formada en la Universidad de Guadalajara y en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde. Con su juventud y con su experiencia considerablemente menor a la del trío de inútiles (Marín, Zomosa y Miramontes), los superó en tres segundos. ¿Cómo darte las gracias, Hildelisa Fabiola?
¿Qué es un trastorno de personalidad?
Recordemos que podemos definir un trastorno de personalidad como un patrón de comportamiento tan inflexible o de tan mala adaptación que causa presión personal significativa o afecta el funcionamiento social u ocupacional de las personas.
Mi trastorno de personalidad es el limítrofe (borderline personality disorder) y no tengo intenciones de repetir sus características. Simplemente, quisiera comentar que el viernes 6 de mayo del año en curso, al ver a mi psiquiatra, ella me dijo que a este trastorno se le considera “muy grave.”
Mi trastorno de personalidad es el limítrofe (borderline personality disorder) y no tengo intenciones de repetir sus características. Simplemente, quisiera comentar que el viernes 6 de mayo del año en curso, al ver a mi psiquiatra, ella me dijo que a este trastorno se le considera “muy grave.”
Ayer domingo, en mi Congregación Cristiana
Soy muy dado a pensar en las fechas, acompañándolas del día de la semana correspondiente. Llegué a mi Congregación Cristiana (calle España, colonia Moderna) un domingo 12 de diciembre de 2010, o sea, hace seis meses. Ayer, tenía eso en mente y al comenzar el culto, mi pastor dio la bienvenida a quienes se presentaban en la iglesia por primera vez y después mencionó a otras personas, yo la primera. Dijo algo así como: “a ver, ¿alguien conoce a Óscar? Tiene algunos meses con nosotros,” y me pidió que me pusiera de pie. La atención de mis hermanos de Congregación se centró en mí y eso fue muy agradable, despertó el sentimiento de pertenencia. Así sucedió aquel día de diciembre que acudí por primera vez, Chela me preguntó mi nombre y mi procedencia y me pidió que le anotara esos datos en un papel y Fernando me dio la bienvenida.
En una entrada reciente, volví a escribir sobre mi padre —quien el martes 14 de junio cumple tres años y medio de muerto— y el hecho de que el odio que siento contra él casi no ha disminuido. Ese es un problema mayor. Por supuesto, dejar de odiar equivale a perdonar y esto último es una decisión consciente con dos niveles: el intelectual y el espiritual. Tengo clara conciencia de el daño que implica seguir odiándolo y al mismo tiempo, si después de haberme alejado de la religión durante 23 años, es decir, la mitad de mi vida e incluso haber dejado de creer en Dios durante todo ese tiempo, hace menos de un año sentí la necesidad de volver a creer en Él y acercarme a una religión organizada, no perdonar a mi padre sería una incongruencia y no tendría sentido permanecer en la Congregación. Será necesario encontrar la manera...
En una entrada reciente, volví a escribir sobre mi padre —quien el martes 14 de junio cumple tres años y medio de muerto— y el hecho de que el odio que siento contra él casi no ha disminuido. Ese es un problema mayor. Por supuesto, dejar de odiar equivale a perdonar y esto último es una decisión consciente con dos niveles: el intelectual y el espiritual. Tengo clara conciencia de el daño que implica seguir odiándolo y al mismo tiempo, si después de haberme alejado de la religión durante 23 años, es decir, la mitad de mi vida e incluso haber dejado de creer en Dios durante todo ese tiempo, hace menos de un año sentí la necesidad de volver a creer en Él y acercarme a una religión organizada, no perdonar a mi padre sería una incongruencia y no tendría sentido permanecer en la Congregación. Será necesario encontrar la manera...
Metilfenidato, prescrito por Fabiola, mi médico psiquiatra

Comienza bien la semana porque he conseguido finalmente el metilfenidato de 10mg, prescrito por Fabiola, mi médico psiquiatra para el TDAH. Finalmente, a un mes de haber cumplido cuarenta y siete años, tengo un tratamiento competente. Estoy tomando por las mañanas valproato de magnesio como estabilizador del estado de ánimo, fluoxetina como antidepresivo y a partir de hoy, metilfenidato (conocido comercialmente como Tradea o Ritalin). En la noche tomo otra vez valproato de magnesio, clonazepam y risperidona. Este tratamiento me está proporcionando un bienestar que no había sentido en muchos años, posiblemente no lo había sentido en toda mi vida.
Fabiola, mi psiquiatra, es una mujer joven, bastante competente en lo farmacológico y muestra una muy buena actitud; es una dama. La vi la semana pasada dos veces, el lunes en consulta y el viernes, que fui a pedirle una receta porque la receta anterior (del metilfenidato) había expirado a finales de mayo; no había sido posible surtirla porque la farmacia del Seguro Popular no la tenía disponible.
Fabiola es especialmente importante porque es la segunda psiquiatra mujer desde que busqué atención en salud mental. La primera fue Georgina, del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, que me atendió como víctima de delito entre noviembre de 2008 y noviembre de 2009. Cualquier tipo de terapia parece funcionar mucho mejor con mujeres, porque casi siempre, cuando he tratado con un hombre, aparece un antagonismo, un complejo de inferioridad y un narcisismo patológico que se manifiesta con una actitud—del médico hacia el paciente— del tipo “yo soy más que tú.” Además de que las mujeres en general parecen mucho menos narcisistas, son mucho más empáticas y tienden a mostrar una actitud mucho más respetuosa hacia otras personas. Estoy verdaderamente muy agradecido con Hildelisa Fabiola y quisiera tener la manera de expresarle ese sentimiento.
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martes, 7 de junio de 2011
Turning Life Into Fiction, de Robin Hemley

Capítulo 5 TELL-IT-LIKE-IT-IS-STORIES
Ocasionalmente, un autor escribe una historia muy apegada al modo como realmente sucedió, pero esto rara vez se hace. No hay reglas ni instrucciones para escribir tales historias, sólo que, de nuevo, usted debe asegurarse de no confundir una buena anécdota con una buena historia. Sin embargo, algunas veces lo que ocurre en la vida imita el acontecer de una historia y todo lo que usted tiene qué hacer es escribirla y cambiar algunos detalles aquí y allá.
Algunas veces, conocerá la historia tipo nárralo-como-es cuando le suceda a usted. No ocurrirá frecuentemente, pero de pronto usted se encontrará en una situación que podrá identificar inmediatamente como una historia. Cuando se presenta, es un sentimiento extraño. Independientemente de sus creencias religiosas, pensará en el destino, en el karma, en el kismet, en lo que sea. Pero tenga cuidado, las ironías de la vida pueden ser mucho más injustas y arbitrarias que las ficticias.
Josip Novakovich fue capaz de escribir una historia muy apegada al modo como ocurrió la muerte de su padre, es una historia llamada “The Apple,” publicada por Ploughshares. Dice que el material fue difícil para él, que antes de esta historia, fue capaz de escribir sobre todo lo demás, menos este evento, y cuando finalmente pudo escribirla, no estaba seguro sobre si debería llamarle memoria o ficción. Después de todo, había alterado algunos de los detalles y un par de eventos en el tiempo, pero como se mencionó antes, incluso quienes escriben sus memorias, hacen eso.
Mi padre se veía saludable el día de su muerte. Su rostro brillaba, había luz en sus ojos, sus mejillas tenían un color rosado que reflejaba su buena circulación.
Era 6 de diciembre y en el exterior, caía una tormenta de nieve en un ángulo muy pronunciado. Mirar por la ventana despertaba el sentimiento de que la casa entera estaba siendo elevada de lado hacia el paraíso. Los retazos de nieve que caían eran grandes, como las plumas de una enorme ave celestial cuya ala cubría todo nuestro valle y debía estar aleteando, porque había viento. Tan pronto la nieve tocaba el suelo, se fundía.
En la vida real, el padre de Novakovich murió en febrero y no estaba nevando, pero la nieve pareció apropiada para la historia. Esto no tiene importancia, Unos cuantos detalles pueden cambiarse, mientras el núcleo de la experiencia sea esencialmente honesto. Eso es lo que importa. Como prueba de este hecho, cuando su hermano mayor leyó la historia, la consideró un documento familiar, un testamento y la guardó bajo llave en un baúl con otros papeles importantes de su familia.
Después de escribir “The Apple,” Novakovich ha escrito un ensayo con su padre en él, pero se enfoca más en su fervor religioso hacia el final de su vida, y su muerte juega un papel secundario.
jueves, 26 de mayo de 2011
Estudios con Gemelos
Tomado del libro Abnormal Psychology in a Changing World, de Navid, Rathus y Green.
Capítulo 1: Introducción y Métodos de Investigación.
Página 29.
Estudios con Gemelos. En ocasiones, un óvulo fertilizado (o cigoto) se divide en dos células que se separan, de modo que cada una se desarrolla como una persona por separado. En tales casos, hay un 100 por ciento de coincidencia en su genética y el producto es conocido como gemelos(as) idénticos(as) o gemelos monocigóticos (MC). En otras ocasiones, una mujer libera dos óvulos en el mismo mes y ambos son fertilizados. En tales casos, los cigotos se desarrollan como gemelos fraternos o gemelos dicigóticos (DC). Los gemelos dicigóticos coinciden en su herencia genética en un 50 por ciento, igual que otros hermanos y hermanas.
Los gemelos idénticos o MC son importantes en el estudio de las influencias relativas hereditarias y ambientales porque las diferencias entre gemelos monocigóticos son el resultado de influencias ambientales más que de sus diferencias genéticas. Los gemelos monocigóticos son mucho más parecidos y cercanos en sus estaturas que los gemelos dicigóticos. En estudios con gemelos, los investigadores identifican individuos con un trastorno específico que son miembros de un par de gemelos monocigóticos o dicigóticos y entonces estudian otras parejas de gemelos. Un papel atribuible a factores genéticos es sugerido cuando gemelos monocigóticos muestran mayor probabilidad de compartir un trastorno que los gemelos dicigóticos. Las diferencias en los índices de concordancia (coincidencia para el rasgo o trastorno en cuestión) para los monocigóticos versus los dicigóticos son encontrados en algunas formas de comportamiento anormal, tales como esquizofrenia y trastorno bipolar, sugiriendo un fuerte componente genético.
Aun entre gemelos monocigóticos, sin embargo, las influencias ambientales no pueden ser descartadas. Padres y maestros, por ejemplo, frecuentemente motivan a los gemelos idénticos (monocigóticos), a comportarse de maneras similares. Dicho de otra manera: si un gemelo muestra un comportamiento X, todos esperan que el otro también muestre ese comportamiento X. Las expectativas tienen una manera de influenciar el comportamiento y conseguir que las profecías se hagan cumplir a sí mismas. Debemos también hacer notar que los gemelos no son típicos representativos de la población en general, por lo que debemos ser cautelosos al generalizar resultados de estudios con gemelos hacia una población mayor. Los gemelos tienden a mostrar periodos gestacionales más cortos, pesos más bajos al nacer y una mayor frecuencia en malformaciones congénitas que los no-gemelos (Kendler, 1994). Tal vez las diferencias en experiencias prenatales influencian su desarrollo posterior de maneras que los colocan aparte de los no-gemelos.
Capítulo 1: Introducción y Métodos de Investigación.
Página 29.
Estudios con Gemelos. En ocasiones, un óvulo fertilizado (o cigoto) se divide en dos células que se separan, de modo que cada una se desarrolla como una persona por separado. En tales casos, hay un 100 por ciento de coincidencia en su genética y el producto es conocido como gemelos(as) idénticos(as) o gemelos monocigóticos (MC). En otras ocasiones, una mujer libera dos óvulos en el mismo mes y ambos son fertilizados. En tales casos, los cigotos se desarrollan como gemelos fraternos o gemelos dicigóticos (DC). Los gemelos dicigóticos coinciden en su herencia genética en un 50 por ciento, igual que otros hermanos y hermanas.
Los gemelos idénticos o MC son importantes en el estudio de las influencias relativas hereditarias y ambientales porque las diferencias entre gemelos monocigóticos son el resultado de influencias ambientales más que de sus diferencias genéticas. Los gemelos monocigóticos son mucho más parecidos y cercanos en sus estaturas que los gemelos dicigóticos. En estudios con gemelos, los investigadores identifican individuos con un trastorno específico que son miembros de un par de gemelos monocigóticos o dicigóticos y entonces estudian otras parejas de gemelos. Un papel atribuible a factores genéticos es sugerido cuando gemelos monocigóticos muestran mayor probabilidad de compartir un trastorno que los gemelos dicigóticos. Las diferencias en los índices de concordancia (coincidencia para el rasgo o trastorno en cuestión) para los monocigóticos versus los dicigóticos son encontrados en algunas formas de comportamiento anormal, tales como esquizofrenia y trastorno bipolar, sugiriendo un fuerte componente genético.
Aun entre gemelos monocigóticos, sin embargo, las influencias ambientales no pueden ser descartadas. Padres y maestros, por ejemplo, frecuentemente motivan a los gemelos idénticos (monocigóticos), a comportarse de maneras similares. Dicho de otra manera: si un gemelo muestra un comportamiento X, todos esperan que el otro también muestre ese comportamiento X. Las expectativas tienen una manera de influenciar el comportamiento y conseguir que las profecías se hagan cumplir a sí mismas. Debemos también hacer notar que los gemelos no son típicos representativos de la población en general, por lo que debemos ser cautelosos al generalizar resultados de estudios con gemelos hacia una población mayor. Los gemelos tienden a mostrar periodos gestacionales más cortos, pesos más bajos al nacer y una mayor frecuencia en malformaciones congénitas que los no-gemelos (Kendler, 1994). Tal vez las diferencias en experiencias prenatales influencian su desarrollo posterior de maneras que los colocan aparte de los no-gemelos.
Y el chapuzón de mi padre, un espíritu inmundo que ya se fue de este mundo
Una vez en el rancho, estando mi papá bien borracho, cayó de sentón en tierra, a unos metros de la casa de campo hecha de adobe que mi padre había reconstruido años antes, debió ser en 1985, lo que significa que yo tenía 21 años y él 48.
Teníamos visitas, y las mujeres de todas las edades iban a dormir en esa casa, mientras los hombres de todas las edades, íbamos a hacerlo en otros aposentos. La caída de mi padre fue en tierra firme y no involucró humedad de ningún tipo. En aquel entonces yo no lo odiaba con la intensidad a la que llegaría hacia los últimos años de su vida. El chapuzón de mi padre no fue en agua clara y limpia. Mi padre se arrojó en la inmundicia teniendo una enfermedad, el alcoholismo, y un espíritu inmundo.
Mi padre se arrojó en una laguna de podredumbre y nadó ahí como pez en el agua, regodeándose en la porquería. Nunca fue un buen nadador, pero de haber estado su vida en peligro, yo no habría movido un dedo por ayudarle. Ese lago de podredumbre en el que se arrojó era en realidad una ciénaga de agua estancada llena de todo tipo de materia orgánica, desde materia vegetal putrefacta, reptiles vivos y muertos, serpientes y víboras venenosas y materia fecal. También estaba contaminada con metales pesados como plomo y mercurio y el vapor que emanaba de ese cuerpo de agua era cálido y pegajoso; el lugar hedía, aunque no tanto como mi padre y su espíritu inmundo.
Teníamos visitas, y las mujeres de todas las edades iban a dormir en esa casa, mientras los hombres de todas las edades, íbamos a hacerlo en otros aposentos. La caída de mi padre fue en tierra firme y no involucró humedad de ningún tipo. En aquel entonces yo no lo odiaba con la intensidad a la que llegaría hacia los últimos años de su vida. El chapuzón de mi padre no fue en agua clara y limpia. Mi padre se arrojó en la inmundicia teniendo una enfermedad, el alcoholismo, y un espíritu inmundo.
Mi padre se arrojó en una laguna de podredumbre y nadó ahí como pez en el agua, regodeándose en la porquería. Nunca fue un buen nadador, pero de haber estado su vida en peligro, yo no habría movido un dedo por ayudarle. Ese lago de podredumbre en el que se arrojó era en realidad una ciénaga de agua estancada llena de todo tipo de materia orgánica, desde materia vegetal putrefacta, reptiles vivos y muertos, serpientes y víboras venenosas y materia fecal. También estaba contaminada con metales pesados como plomo y mercurio y el vapor que emanaba de ese cuerpo de agua era cálido y pegajoso; el lugar hedía, aunque no tanto como mi padre y su espíritu inmundo.
Turning Life into Fiction, un libro para aprender sobre composición

Tomado de Turning Life into Fiction, de Robin Hemley
Recibí este libro como un obsequio, hace ya unos quince años, y debido a mis problemas con el déficit de atención (TDAH), casi no lo he usado. Creo que tengo un talento para escribir que no he desarrollado más que en pequeña medida y ahora que cuento con atención psiquiátrica competente y medicamentos, puedo concentrarme y hacer pequeños esfuerzos encaminados a la adquisición de conocimientos en relación con esta disciplina: la escritura. Parte de lo aquí escrito es traducción, parte es de mi cosecha.
Capítulo Cinco
Real Stories; Historias de la Vida Real
Los sueños también son parte de nuestras vidas. Pasamos un tercio de ellas durmiendo, ¿cierto? Igual podríamos obtener algo de ello. Frecuentemente resolvemos problemas en nuestros sueños y aun si usted es de esas personas que afirman que no sueñan, debe todavía comprender que el inconsciente juega un papel en su escritura. De hecho, escribir es de cierta forma una manera consciente de soñar, sentado frente a una hoja de papel o frente a una pantalla, y en ocasiones moldeando imágenes, a veces permitiendo que las imágenes se materialicen a su alrededor surgiendo de la nada. Frecuentemente, en una historia ficticia o en una novela, usted no sabe hacia dónde va, como ocurre en un sueño, y esa noción de misterio es uno de los placeres tanto de escribir, como de soñar.
Muchos escritores usan sus sueños como trampolines para sus relatos. El relato de David Michael Kaplan “Summer People,” surgió de un sueño que tuvo, por lo menos la escena final de la historia surgió de ahí. “Tuve un sueño en el que la imagen que prevalecía era mi padre columpiándose sobre un lago con una cuerda y cayendo, con mi ansiedad asociada a ello,” dice Kaplan. “Pensé que era interesante, así que lo escribí en mi diario. Más tarde, se convertiría en la escena final de mi relato de ficción.”
Varios de mis relatos ficticios han surgido de sueños, y he hecho una costumbre registrar mis sueños en mi diario cuando los recuerdo. Un sueño que tuve involucró cavar un hoyo en el patio trasero de alguien. Anoté eso y un par de años más tarde, estaba ojeando mis notas cuando encontré la mención del sueño y pensé que podría ser un buen punto de partida para una historia. El relato se llama, sorprendentemente, “Cavando un hoyo,” e involucra a un hombre cavando en el patio trasero de la propiedad de su ex esposa. La pregunta dramática es, desde luego, ¿por qué alguien haría tal cosa?
Así es como comencé la historia.
Cuando Abby, mi ex esposa, finalmente se dio cuenta de que me hallaba en su patio, yo llevaba ya sesenta centímetros escarbados. Abrió la puerta trasera de su casa y se situó a mi lado, impidiéndome que lanzara hacia fuera más tierra del hoyo.
En esa entrada, intenté no solamente plantear la pregunta dramática sino también, al presentar a Abby como la ex esposa del hombre doy la idea de que hay una historia entre los personajes, tal vez conflictos no resueltos. Y por supuesto, los hay; la historia e sobre conflictos internos de estos dos personajes como se reflejan en sus acciones externas.
Cuando comencé esta historia, yo tampoco sabía por qué el hombre cavaba ese hoyo. Me hallaba tan desconcertado como Abby; ni siquiera sabía quiénes eran estas dos personas, y así, al continuar tuve que inventar sus historias. A la mitad de la historia, descubrí que habían perdido un hijo y esto había destruido su matrimonio. Algo similar le había pasado a unos parientes míos, pero transformé las circunstancias en mi historia de modo que en sus casos las tragedias fueran diferentes, sólo similares en las emociones que hacían emerger. Por encima de eso, añadí dos personajes de mis diarios, una pequeña niña con un viewmaster y su hermanito, montando desnudo su triciclo. Había encontrado a este par cuando tenía dieciocho años. Cuando llegué al punto donde me di cuenta de que necesitaba niños como personajes realistas, además del que había muerto, busqué en mis diarios y los encontré. Encajaban perfectamente. Le digo a usted todo esto, simplemente para mostrar todas las fuentes diferentes de una historia. Primero comencé con un sueño, añadí la historia de una familia y hasta puse mis diarios en acción.
Los sueños casi siempre involucran metáforas, símiles y símbolos. Escribir la historia de un sueño es casi lo contrario a escribir otra clase de historias. El sueño es la vida de usted ya transformada, una reinterpretación de hechos, así que su tarea es transformarla en la vida real—hacerla parecer real. Usted logra esto mediante detalles sobresalientes. El escritor Gabriel García Márquez, galardonado con el Nóbel de literatura, dice que entre más extraña es la historia, más detalle debe dársele para hacer que ese mundo cobre vida, para hacerlo real más allá de toda duda. Por supuesto, no todos los sueños son extraños—por ejemplo, el de David Michael Kaplan sobre su padre no lo es. El sueño en sí mismo es bastante creíble. Lo que necesita ser descifrado por el escritor es la emoción subyacente del sueño—la ansiedad que el que sueña siente mientras ve a su padre en el agua. O tal vez no sea ansiedad, tal vez es culpa. Algunos psicólogos dirían que el sueño de Kaplan es en realidad una necesidad de que se cumpla un deseo—un deseo de ahogar al padre. ¿Demasiado Freudiano? Pudiera ser, pero Freud, independientemente de sus errores, entendió las contradicciones que subyacen en la psiquis humana—esa idea de Faulkner del corazón humano en conflicto consigo mismo. Si usted entiende que las personas son un atado de contradicciones, que dicen lo que no quieren decir y quieren decir lo que no dicen, está usted a medio camino hacia lograr una comprensión sobre cómo se escriben caraterizaciones complejas, por no mencionar el comprender sus sueños.
Kaplan entiende bien estas contradicciones como lo muestra en la bella última escena de su historia, que trata de un hombre y su padre regresando a una casa de verano que el padre vendió recientemente. La madre está muerta y el hijo ha vuelto a divorciarse. La última vez que el hijo visitó esta casa de verano era mucho más joven, y ahora padre e hijo han regresado para poner todo en orden para los nuevos dueños. La relación está llena de tensión, el hijo se siente fastidiado y menospreciado por el padre y finalmente pierde el control de sí mismo; el padre camina solo hacia el lago junto a la casa. Cae una tormenta y el hijo le sigue, sintiendo una tremenda ansiedad. Para sorpresa del hijo, su padre toma el columpio de cuerda atado a la rama de un árbol y camina hacia arriba por una colina:
Su padre agitó su mano como si saludara, sujetó la gruesa cuerda con ambas manos y se deslizó sobre la ensenada, su camisa revoloteando detrás de él. Frank abrió la boca, pero ningún sonido salió de ella, el único chillido el de su padre al alcanzar el punto más lejano de su trayectoria y soltarse, cayendo la cuerda conforme él descendía hacia el lago agitando sus brazos. Golpeó la superficie doblado, parte sobre su estómago, el agua separándose violentamente donde él entró.
“Pa,” murmuró Frank con incredulidad.
Esperó a que su padre emergiera pero no lo hizo. Nada se movía en el agua excepto por el tamborileo de la lluvia sobre su superficie y las últimas ondas causadas por el impacto.
“¿Pa?” llamó Frank, Se dirigió hacia el muelle y miró sobre el agua golpeada por la lluvia. El lago estaba oscuro, no podía ver nada bajo su superficie.
“¡Pa!” gritó él. “Oh Dios...” Frank corrió hacia el extremo del muelle. Se despojó de un zapato y tenía el otro en una mano cuando su padre emergió con un grito de felicidad más lejos en la ensenada. Sacudió la cabeza como una foca juguetona y comenzó a avanzar, nadando de pecho lentamente hacia el muelle. Frank se sentó, su piernas colgando sobre la orilla como las de una impotente marioneta. Parecía llorar y reír al mismo tiempo; pese a intentarlo, no podía parar. Su padre debía sentirse confundido, pues gritaba “¿cuál es el problema?” y “qué es lo que está mal?” pero Frank sólo podía sacudir su cabeza y levantar su mano para dejarla caer.
“Pensé que estabas muerto,” dijo. Las palabras se atoraban en su garganta como si fuera él quien hubiese estado ahogándose. Dejó caer el otro zapato en el agua y extendió sus ahora vacías manos. “Pensé que estabas muerto, pero no lo estabas.”
Nótese la ambivalencia de emoción en esa última línea. Note también cómo Kaplan ha transformado el esqueleto de un sueño en una situación creíble con personajes totalmente logrados. Ha hecho esto dando a los personajes una historia personal, permitiéndoles ver los detalles de sus vidas y el conflicto entre ellos. Otra vez, el asunto es distanciarse del material real y reclamar o darle un nuevo reparto con la herramienta más poderosa que usted posee: su imaginación.
viernes, 21 de enero de 2011
Adiós a Leticia
No entiendo por qué Leticia Martínez,mi psicóloga, esa mujer que tanto me ayudó a partir de octubre de 2008, el día de hoy decidió ya no seguir atendiéndome y mostró tanta hostilidad contra mí.
He llegado a quererla tanto, a admirarla, a sentir tanta gratitud hacia ella y Leticia no se detiene a pensar en lo mal que estoy. Mi trastorno de personalidad (borderline) hace mi vida miserable y con una frecuencia creciente, la convierte en un verdadero infierno.
¿Por qué me dejas solo, Leticia? ¿Por qué abandonas a alguien que te necesita? ¿Se suponía que no debía sentir afecto, gratitud, admiración por ti? Es tantísimo lo que recibí de ti y pese a ello, mi recuperación está muy lejos, tal vez jamás llegue. Tú sabes lo brutal que ha sido mi vida y la violencia en la que he vivido y por una razón que no conozco, muestras una tremenda furia contra mí que me lastima terriblemente. No entiendo por qué, Leticia Martínez Hernández, mujer extraordinaria a quien he llegado a querer tanto.
No puedo describir con palabras la tristeza que siento y solamente quisiera despedirme de ti, deseando que la vida te dé lo que tú mereces, que es mucho. Te pido disculpas por haberte ofendido y quisiera pensar que tú sientes algo por mí que se parezca al afecto y la hostilidad no sea tu único sentimiento.
Adiós, Leticia Martínez Hernández, bellísima mujer; te voy a extrañar.
He llegado a quererla tanto, a admirarla, a sentir tanta gratitud hacia ella y Leticia no se detiene a pensar en lo mal que estoy. Mi trastorno de personalidad (borderline) hace mi vida miserable y con una frecuencia creciente, la convierte en un verdadero infierno.
¿Por qué me dejas solo, Leticia? ¿Por qué abandonas a alguien que te necesita? ¿Se suponía que no debía sentir afecto, gratitud, admiración por ti? Es tantísimo lo que recibí de ti y pese a ello, mi recuperación está muy lejos, tal vez jamás llegue. Tú sabes lo brutal que ha sido mi vida y la violencia en la que he vivido y por una razón que no conozco, muestras una tremenda furia contra mí que me lastima terriblemente. No entiendo por qué, Leticia Martínez Hernández, mujer extraordinaria a quien he llegado a querer tanto.
No puedo describir con palabras la tristeza que siento y solamente quisiera despedirme de ti, deseando que la vida te dé lo que tú mereces, que es mucho. Te pido disculpas por haberte ofendido y quisiera pensar que tú sientes algo por mí que se parezca al afecto y la hostilidad no sea tu único sentimiento.
Adiós, Leticia Martínez Hernández, bellísima mujer; te voy a extrañar.
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