Enrique:
Como tú sabes, el pasado sábado 9 de octubre tuve una crisis que me obligó a buscar atención psiquiátrica en el Hospital Civil, en el área de urgencias. El origen fue la violencia en la que he vivido, y que habiendo pasado de los 50 años de edad, las cosas no han cambiado y con eso me refiero a lo que hicieron Yolanda y tú durante el tiempo que vivieron en la casa de mi mamá, entre diciembre de 2012 y julio de 2014.
Yolanda hizo una bajeza que puede no significar nada para ti, pero a mí me lastimó mucho porque fue exactamente lo que hizo mi papá durante décadas: hablar falsedad y media sobre mí a mis espaldas. Yolanda y tú hicieron eso porque a principios de abril de 2014, mi mamá y yo impedimos que metieran al novio de Paola a la casa por tercera vez. Yolanda quiso apoderarse de la casa, no conforme con haberla invadido, metiendo un montón de gente. Meter al novio de Paola a la casa, equivalía a permitirles apoderarse del piso de abajo y relegarme a mí a mi recámara, convirtiéndome en un arrimado en mi propia casa.
Es verdaderamente increíble a lo que eres capaz de llegar. Mi vida ha sido excepcionalmente difícil desde mi más temprana infancia y las circunstancias han ido haciéndola más difícil, conforme han pasado los años. Yolanda tiene problemas psicológicos muy graves para haberse ido a casar con un individuo con tus características, que no cuentas más que con la educación elemental, entiéndase primaria y eres tan deshonesto y tan sinvergüenza como para tener un currículum donde te dices licenciado en administración de empresas del tecnológico de ciudad Guzmán y donde pones como experiencia laboral los empleos y los puestos que ha tenido Yolanda.
Desde que tú te casaste con mi hermana, se manifestó tu locura al desarrollar una rivalidad fraterna conmigo, pues tú y yo no somos hermanos, y antes de 1992 yo ni siquiera sabía que existías. Tú quisiste convertirte en el buen hijo que mis padres no tuvieron y comenzaste a atacarme siempre a mis espaldas, un acto de infamia y de una idiotez inconcebible. Ni siquiera mi padre que era tan animal y tan pendejo pudo siquiera pensar en la posibilidad de verte como a un hijo, te rechazó desde que te conoció y siempre sintió por ti un intenso desprecio. A mí me odiaba, pero nunca pudo negar que yo tenía puntos a mi favor; de ti jamás habría podido decir nada bueno. De mi mamá mejor ni hablar, ella sabe perfectamente bien la clase de persona que eres.
Durante esas tres semanas del mes de abril de 2014, Yolanda le dijo a la entonces novia de Marlito que yo no trabajaba y que era un problema para ella, lo mismo al novio de Paola y a su amiguito deforme y a quien sabe cuántas personas más. Eso es como desnudar a alguien en la vía pública, una bajeza del tamaño del mundo y una manera terrible de violentar a una persona, algo que no se puede justificar de ninguna manera. Ella no disimulaba lo que estaba haciendo, pero tú como un perfecto hipócrita me hablabas como si no estuviera pasando nada.
Yolanda me ha usado como un chivo expiatorio, pues ese es el papel que yo he jugado siempre en mi familia. Si bien no puedo negar que yo he sido una carga para ella, la verdad es que no soy su verdadero problema, su verdadero problema eres tú. Si hubieras trabajado como era tu obligación, jamás habrían tenido que ir a meterse a una casa que no es suya y no hubiéramos estado en esa situación. Entiéndase claramente: estabas de arrimado en una casa donde no tenías nada que hacer, haciendo daño e intrigando, sin el menor pudor como corresponde a una persona que no tiene ni tantita vergüenza.
Algo que me ha estado molestando es que quieras tratarme con una actitud de condescendencia, como si fueras más que yo, con tus aires de superioridad. Escucha bien esto: tú no eres superior a nadie, todo lo contrario, estás por debajo del promedio; las únicas personas que pudieran estar por debajo de ti son aquellas que por la pobreza y la injusticia social no les ha sido posible educarse. ¿Cómo puedes explicar que en 22 años que han pasado desde que te casaste no hayas hecho ningún esfuerzo por elevar tu escolaridad? En ese tiempo podrías por lo menos haber estudiado la secundaria y la preparatoria, pero eres el tipo de persona que quiere que todo le caiga del cielo, por su linda cara.
Si quieres compararte conmigo, no pierdas de vista que mi cociente intelectual es mucho más alto que el tuyo y desde ahí, tu desventaja no puede reducirse de ninguna manera. Por si esto fuera poco, estudié varios años de ingeniería en una buena universidad y mi formación académica es muy sólida. Soy traductor inglés-español, hago un trabajo muy especializado a diferencia de ti que eres un mil usos, y tengo una cultura general muy fuera de lo común. Todo eso lo he conseguido a base de esfuerzo y viviendo con un padre que se opuso a todo lo que yo hice y en una violencia intrafamiliar en la que mi hermana Yolanda, jugó un papel importante, aprovechando el poder que le daba mi papá como hija favorita, por ser el vivo retrato de su difunta madre. Fijación incestuosa de ese individuo enfermo y depravado.
Jamás he perdido de vista que así como tú te sumaste a la violencia en mi contra, lo hiciste también con Verónica, que en paz descanse.
Desde que te casaste con mi hermana, has querido reclamar un lugar en la familia y eso es una muestra de tu locura. Tú no te apellidas ni Madrid ni Bonilla, tú no eres hijo de mis padres y no eres mi hermano ni tienes ningún parentesco conmigo.
El colmo es que habiendo cometido tanta bajeza, te atrevas a mirarme a la cara; a cualquier otra persona se le caería la cara de vergüenza.
En lo que respecta a mi hermana Yolanda puedo decir que en años pasados la idealicé, pero cuando vivió en la casa, lo que hizo me quitó la venda de los ojos. La sigo queriendo, pero no voy a volver a perder de vista su lado malo. Ahora que tengo empleo, estoy dispuesto a ayudarle cuando lo necesite; mientras pueda, jamás le voy a negar mi ayuda porque ella me ayudó en el pasado y es mi hermana, pero a ti te voy a pedir que cambies tu actitud, pues si sigo en contacto contigo será porque para bien o para mal eres el marido de mi hermana y el padre de mis sobrinos.
Y una última cosa, no me subestimes, no pienses que soy inofensivo. Has pasado muchos años haciendo daño, pero en el momento que lo decida, puedo encargarme de ti y arreglar el problema de una vez y para siempre.
No seas más tonto de lo que te hizo Dios.
Como tú sabes, el pasado sábado 9 de octubre tuve una crisis que me obligó a buscar atención psiquiátrica en el Hospital Civil, en el área de urgencias. El origen fue la violencia en la que he vivido, y que habiendo pasado de los 50 años de edad, las cosas no han cambiado y con eso me refiero a lo que hicieron Yolanda y tú durante el tiempo que vivieron en la casa de mi mamá, entre diciembre de 2012 y julio de 2014.
Yolanda hizo una bajeza que puede no significar nada para ti, pero a mí me lastimó mucho porque fue exactamente lo que hizo mi papá durante décadas: hablar falsedad y media sobre mí a mis espaldas. Yolanda y tú hicieron eso porque a principios de abril de 2014, mi mamá y yo impedimos que metieran al novio de Paola a la casa por tercera vez. Yolanda quiso apoderarse de la casa, no conforme con haberla invadido, metiendo un montón de gente. Meter al novio de Paola a la casa, equivalía a permitirles apoderarse del piso de abajo y relegarme a mí a mi recámara, convirtiéndome en un arrimado en mi propia casa.
Es verdaderamente increíble a lo que eres capaz de llegar. Mi vida ha sido excepcionalmente difícil desde mi más temprana infancia y las circunstancias han ido haciéndola más difícil, conforme han pasado los años. Yolanda tiene problemas psicológicos muy graves para haberse ido a casar con un individuo con tus características, que no cuentas más que con la educación elemental, entiéndase primaria y eres tan deshonesto y tan sinvergüenza como para tener un currículum donde te dices licenciado en administración de empresas del tecnológico de ciudad Guzmán y donde pones como experiencia laboral los empleos y los puestos que ha tenido Yolanda.
Desde que tú te casaste con mi hermana, se manifestó tu locura al desarrollar una rivalidad fraterna conmigo, pues tú y yo no somos hermanos, y antes de 1992 yo ni siquiera sabía que existías. Tú quisiste convertirte en el buen hijo que mis padres no tuvieron y comenzaste a atacarme siempre a mis espaldas, un acto de infamia y de una idiotez inconcebible. Ni siquiera mi padre que era tan animal y tan pendejo pudo siquiera pensar en la posibilidad de verte como a un hijo, te rechazó desde que te conoció y siempre sintió por ti un intenso desprecio. A mí me odiaba, pero nunca pudo negar que yo tenía puntos a mi favor; de ti jamás habría podido decir nada bueno. De mi mamá mejor ni hablar, ella sabe perfectamente bien la clase de persona que eres.
Durante esas tres semanas del mes de abril de 2014, Yolanda le dijo a la entonces novia de Marlito que yo no trabajaba y que era un problema para ella, lo mismo al novio de Paola y a su amiguito deforme y a quien sabe cuántas personas más. Eso es como desnudar a alguien en la vía pública, una bajeza del tamaño del mundo y una manera terrible de violentar a una persona, algo que no se puede justificar de ninguna manera. Ella no disimulaba lo que estaba haciendo, pero tú como un perfecto hipócrita me hablabas como si no estuviera pasando nada.
Yolanda me ha usado como un chivo expiatorio, pues ese es el papel que yo he jugado siempre en mi familia. Si bien no puedo negar que yo he sido una carga para ella, la verdad es que no soy su verdadero problema, su verdadero problema eres tú. Si hubieras trabajado como era tu obligación, jamás habrían tenido que ir a meterse a una casa que no es suya y no hubiéramos estado en esa situación. Entiéndase claramente: estabas de arrimado en una casa donde no tenías nada que hacer, haciendo daño e intrigando, sin el menor pudor como corresponde a una persona que no tiene ni tantita vergüenza.
Algo que me ha estado molestando es que quieras tratarme con una actitud de condescendencia, como si fueras más que yo, con tus aires de superioridad. Escucha bien esto: tú no eres superior a nadie, todo lo contrario, estás por debajo del promedio; las únicas personas que pudieran estar por debajo de ti son aquellas que por la pobreza y la injusticia social no les ha sido posible educarse. ¿Cómo puedes explicar que en 22 años que han pasado desde que te casaste no hayas hecho ningún esfuerzo por elevar tu escolaridad? En ese tiempo podrías por lo menos haber estudiado la secundaria y la preparatoria, pero eres el tipo de persona que quiere que todo le caiga del cielo, por su linda cara.
Si quieres compararte conmigo, no pierdas de vista que mi cociente intelectual es mucho más alto que el tuyo y desde ahí, tu desventaja no puede reducirse de ninguna manera. Por si esto fuera poco, estudié varios años de ingeniería en una buena universidad y mi formación académica es muy sólida. Soy traductor inglés-español, hago un trabajo muy especializado a diferencia de ti que eres un mil usos, y tengo una cultura general muy fuera de lo común. Todo eso lo he conseguido a base de esfuerzo y viviendo con un padre que se opuso a todo lo que yo hice y en una violencia intrafamiliar en la que mi hermana Yolanda, jugó un papel importante, aprovechando el poder que le daba mi papá como hija favorita, por ser el vivo retrato de su difunta madre. Fijación incestuosa de ese individuo enfermo y depravado.
Jamás he perdido de vista que así como tú te sumaste a la violencia en mi contra, lo hiciste también con Verónica, que en paz descanse.
Desde que te casaste con mi hermana, has querido reclamar un lugar en la familia y eso es una muestra de tu locura. Tú no te apellidas ni Madrid ni Bonilla, tú no eres hijo de mis padres y no eres mi hermano ni tienes ningún parentesco conmigo.
El colmo es que habiendo cometido tanta bajeza, te atrevas a mirarme a la cara; a cualquier otra persona se le caería la cara de vergüenza.
En lo que respecta a mi hermana Yolanda puedo decir que en años pasados la idealicé, pero cuando vivió en la casa, lo que hizo me quitó la venda de los ojos. La sigo queriendo, pero no voy a volver a perder de vista su lado malo. Ahora que tengo empleo, estoy dispuesto a ayudarle cuando lo necesite; mientras pueda, jamás le voy a negar mi ayuda porque ella me ayudó en el pasado y es mi hermana, pero a ti te voy a pedir que cambies tu actitud, pues si sigo en contacto contigo será porque para bien o para mal eres el marido de mi hermana y el padre de mis sobrinos.
Y una última cosa, no me subestimes, no pienses que soy inofensivo. Has pasado muchos años haciendo daño, pero en el momento que lo decida, puedo encargarme de ti y arreglar el problema de una vez y para siempre.
No seas más tonto de lo que te hizo Dios.
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