Ayer lunes regresé a casa sintiendo el calor excesivo y el estrés de ese día de la semana que causa la iglesia en el vecindario, esa que los lunes tiene muchísima clientela y se rodea por todas partes de vehículos de motor de todos tamaños (claro, los más grandes son los más dañinos), de malditos feligreses, de comerciantes, de viene-viene y demás gentuza. Al llegar a casa, después de un exabrupto contra mi madre me cambié de ropa y me puse a pedalear en mi bicicleta, en rodillos haciendo uso de mi monitor de ritmo cardiaco y después hice ejercicios con mancuernas. Al terminar me mojé en la regadera con agua fría para quitarme el sudor y bajé a comer, después de lo cual, ya cerca de las 20:00 horas salí a pasear a mis perritas. Este último evento del día tomó cerca de una hora, durante la cual procuré relajarme, caminando despacio y respirando profundamente, disfrutando del paseo, evitando estresarme, apartando mis pensamientos de los asuntos frustrantes y poniendo mi atención en mis perritas Chora y Clara y su comportamiento juguetón.
Había estado pensando en la posibilidad de que ese cansancio crónico se deba no a falta de sueño o a descanso insuficiente, sino a un estrés excesivo. Es posible que lo que me esté causando ese agotamiento sea esa tendencia a estar contemplando y buscando activamente situaciones frustrantes, sean estas reales en el presente o en el pasado (cercano o lejano) o sean situaciones ficticias, de las que se manifiestan continuamente en mi imaginación quién sabe con qué objeto; debe haber una ganancia secundaria.
Regresando a la tarde de ayer, me parece que si continúo concentrándome en respirar profundamente y mantener la mente apartada de situaciones de estrés y de frustración, que resultan absolutamente improductivas y en lugar de ello me enfoco en disfrutar lo positivo de cada situación, al terminar el día iré a la cama sintiendo menos cansancio y el descanso será más reparador y al día siguiente me sentiré mejor para enfrentar otra jornada de trabajo. Por supuesto que esto redundará en una mejoría en mi calidad de vida.
Cambiando de tema, pienso en Laura y siento un malestar continuo, como ha sucedido antes en numerosas ocasiones. Habíamos quedado en que era posible que nos viéramos el sábado pasado, y le envié un saludo vía Whats app y ella me respondió haciéndose la desentendida. Creo que esa relación va a morir y no puedo hacer nada para evitarlo. No sé si Laura tiene las cualidades que veo en ella, o simplemente proyecto lo que yo necesito ver en otro ser humano, como me ha sucedido con otras personas.
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