
Mi hermana Mónica es una persona cruel. Sería bueno que la vida le propinara un golpe devastador y sufriera pérdidas gigantescas y un día supiera lo que es perder la voluntad de vivir.
Mi padre me hizo lo que un padre jamás debe hacerle a un hijo, porque ese hombre era un monstruo.
Mi hermana gemela ha hecho lo que jamás debe hacérsele a un hermano, porque su esposo así lo quiso, pero por supuesto, ella no está dispuesta a admitirlo. Se va a aferrar a la mentira con todas sus fuerzas, como lo ha hecho desde que vino a agredirme cobarde y arteramente. Lo que mi hermana no sabe es que el autoengaño es como un cuerpo extraño dentro del organismo humano, si se queda adentro, se infecta y se pudre...
No hay comentarios:
Publicar un comentario