lunes, 1 de marzo de 2010

Mi padre se fue, tomar la estafeta

Lo más difícil de todo, es darme cuenta de que esa agresión vino de ella, de mi hermana Mónica, una persona a quien creí especial y que en realidad, pareciera querer tomar el lugar que mi padre dejó cuando se fue de este mundo. Ese hombre infame, cruel y destructivo, orquestó una violencia sistemática en mi contra invitando a muchas otras personas a unirse al ataque. Lo mismo se ha dedicado a hacer Mónica, comenzando en junio de 2003. Después de hacer su numerito esa noche en Puerto Vallarta, fue a la Cd. de México a darle la queja a una de las hermanas de nuestra madre, a decirle a esa vieja babosa que yo había tenido un comportamiento terrible. En noviembre pasado, le envié a Mónica parte de un escrito que había enviado a mi hermana Yolanda y la primera, llamó a la ciudad de México para intrigar con esa misma tía, hermana de mi mamá, exhibiéndome como un hombre de más de cuarenta años que nunca dejó de depender económicamente de su padre y en la actualidad representa una carga para otras personas.

Mónica volvió a revolcarse en el lodo. Espero que haya valido la pena.

Cortesía de Jeffery Jung, el individuo perverso, cobarde y manipulador al que mi hermana ve como a un semidiós.

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