Desde hace semanas, o meses, me he sentido inseguro al desempeñar mi trabajo, pensando que muy probablemente estoy cometiendo errores (no muy serios) en los términos técnicos de los documentos que traduzco y la solución a ello es muy obvia: capacitarme, estudiar.
A finales del año antepasado, es decir 2015, decidí estudiar lo básico de química analítica y me quedé en el principio, por alguna razón no seguí haciéndolo y ahora, comenzando el 2017, con mayor conciencia de los conocimientos que necesito para un desempeño más eficiente, la tarea parece más probable y a la vez más fácil.
La materia no es del todo nueva, pues estudié ingeniería electrónica, lo que conlleva la comprensión del átomo y sus componentes, los protones y neutrones en el núcleo y los electrones en la periferia.
Ponerme a estudiar le da rumbo a mi vida y al mismo tiempo puede dar como resultado que gane autoestima porque así dejarán de intimidarme compañeros de trabajo mucho más jóvenes que yo que sí egresaron de licenciaturas como ingeniería química (algo muy impresionante) y no se quedaron truncos, como yo. Por supuesto que yo no pretendo estudiar la licenciatura en esa ingeniería, sino adquirir conocimientos para hacer mi trabajo robustece mi nivel intelectual, que la verdad no es malo.
Por otra parte, he vuelto a identificar el modo como me provoco malestar a mí mismo cuando me encuentro en una situación que me resulta difícil enfrentar, así sea algo tan sencillo como que se me ponche una llanta de mi bicicleta.
Bueno, primero tengo que admitir que la mecánica no es lo mío y soy extremadamente torpe con todo lo que se relaciona con esa disciplina. En las últimas semanas se han perforado repetidamente las cámaras que he puesto en la llanta delantera de mi bicicleta de carreras, y pensé que eso se debía a que la llanta que estaba usando ya estaba muy gastada. Indudablemente esto último es un hecho, pues la compré hace muchos meses. Pero lo que sucedió es que una corbata que puse debajo de la llanta se rasgó y al expandirse la cámara por la alta presión de inflado (120 psi) y rozar la corbata en cuestión, acaba por perforarse. El viernes pasado compré una llanta nueva (Continental, marca alemana, maquilada en China) y hasta ayer martes me decidí a montarla. Para ello quité la llanta frontal y también la llanta trasera para ponerla en el rin delantero y colocar la llanta nueva en el rin trasero. Mientras ejecutaba esta tarea (que se me complicaba por mi torpeza con las manos) pensaba en situaciones frustrantes (la mayoría con compañeros de trabajo) y eso retroalimentaba mi malestar. De pronto detuve ese tren de pensamientos estúpidos y me dije: así no se disfruta de la vida, en lugar de eso piensa en que muy pronto vas a estar pedaleando, realizando una actividad muy placentera.
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