viernes, 6 de enero de 2017

El esposo gringo de mi hermana Mónica


Cuando pienso en la violencia de la que he sido objeto aparece con mucha frecuencia Jeffery, el esposo gringo de mi hermana Mónica, a quien vi por primera y única vez en junio de 2003, hace cerca de 14 años, y a quien no espero volver a ver jamás. He escrito sobre él en este blog y si alguien escribe su nombre en el buscador de google (y en otros buscadores) encuentra lo que pienso de ese cobarde despreciable, que utilizó a mi hermana como su marioneta para atacarme sin que yo le diera ningún motivo. Ese acto incalificable me ha provocado mucho sufrimiento y he hecho lo posible para cobrársela de alguna manera. La verdad no sé si he tenido algún éxito, pero tengo la esperanza de que en algún momento enfrente algún tipo de consecuencias por la bajeza que cometió.

Jeffery Alan Jung es un defecador. Como tantos hombres desprovistos de virilidad se refugia en su iglesia y en su religión, rindiéndole culto a un ser todopoderoso, lo que en su caso resulta incomprensible. ¿Qué sentido tiene leer la Biblia y embutirse la idea de que hay un Dios que es amor y que como devoto creyente hay que seguir su ejemplo y amar al prójimo, si es capaz de juzgar a un hombre al que no conoce en absoluto e incluso afirmar que la adversidad que ha enfrentado durante su vida no justifica que viva sin trabajar? El juicio de este gringo implica una tremenda violencia en contra del hermano de su esposa (su cuñado), algo contrario a la voluntad del Dios al que dice amar. Su acto es una defecación contra su religión y contra su poder superior.

Pero ensuciarse en su fe no es lo único, ni mucho menos. Este tipo tiene una educación, es “college educated” y eso lo pone en la elite de los ciudadanos de su país. Si desde que asistió por primera vez a una institución educativa se le inculcó la idea de que la ciencia es el motor y la parte medular del progreso y casi exclusivamente mediante ella puede el ser humano superar su estado de precariedad, resulta difícil entender cómo es que niega categóricamente a las ciencias del comportamiento humano.

Cuando este tipo se enteró de que el hermano de su esposa había vivido la mayor parte de su edad adulta sin trabajar y comenzó a despotricar contra él, Mónica trató de explicarle la situación de su hermano y las consecuencias que esa violencia que vivió provocó en su psiquis y en su salud mental. Entonces Jeffery Alan Jung negó categóricamente que el maltrato físico y verbal tenga algún tipo de consecuencia en el ser humano. Este gringo cobarde y pendejo se defecó entonces en la psicología, en la psiquiatría y en toda la investigación que se ha llevado a cabo en relación con la violencia intrafamiliar.

Continuará.

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